viernes, 30 de julio de 2010

Tita ¿Quién Rompió la Luna?

- OYE TITA- gritó el niño- ¿QUIÉN ROMPIÓ LA LUNA? - manifestó alarmado el niño, mientras miraba el cielo.
- Nadie hijo-aseguró la anciana, mientras tejía con hilos de plata de Luz de Luna.
- Mira Tita la Luna está rota- dijo Rodriguito, tocando el rostro de la ancian, volteándolo para que la viera.
Tita vio y sonrió- no ésta rota, sólo se va de paseo.
- ¿De paseo?- preguntó intrigado el niño, abriendo sus ojos grandes, tan grandes que parecían lunas, como aquellas que le gustaban a Tita.
- Sí, se va de viaje, sólo espera a su viajero - afirmó la anciana, mientras seguía tejiendo con hilos de plata de la luz de Luna.
- ¿ Y quén es? - cuestiona el niño mirando a Tita.
- Un tiempo fue un oso de peluche azul, viajo y remontó las nubes y busco..
- ¿qué buscó?-inquirió el niño con impaciencia.
- Un amor.
- Sólo eso buscó- dijo el niño decepcionado- la anciana que conocía la niño añadió- sí un amor con olor a caramelo, con hermosos sueños, y mariposas revoloteando en su cabellos, que sus ojos fueran dos grandes lunas, de su boca salieran risas de amor con sonidos parecidos a un río fresco.
- Un amor- interrumpió Rodrigo -con dientes de Luna, con sabor a miel, un amor con calor- manifestó el niño mientras tomaba las manos de Tita.
- Sí así es- afirmó la anciana, mientras dejaba de tejer y acariciaba la cara de su niño, para luego continuar tejiendo con hilos de plata de luz de Luna.
- ¿Y a dónde fue?- interrogó el pequeño.
- Al país de luz, dónde las mariposas de cristal vuelan entre nubes de colores, los árboles saben a algodón de azúcar, al país de los unicornios, donde las hadas bailan en cascadas de dulces y exiten flores de chocolate.
- Y las montañas tienen helado de sabores-interrumpió el chiquilo conn mirada de cómplice.
- Claro, también hay árboles con frutos de chicle y cacahuates garapiñados-guiñó la anciana al niño.-
- Vamos, Tita, vamos, ahora sé que nadie rompió la Luna, Tita ¿cómo subimos ahí?- Tita se levantó y dejó de tejer con hilo de plata de luz de Luna, Rodriguito agarró el tejido y con la cuerda subió tomando la mano de su abuela, que era como el país a sabor de miel, con calor y una risa con sonidos de agua fresca.


Tita a la Luna subió y a las nubes remontó Rodriguito la acompañó, ambos viajaron en la Luna, cabalgaron entre árboles de chocolate, se indigestaron de nieve de sabores, tan bonito era el país que Tita ya no quería regresar, volteó y al niño vio, su corazónle dolió y regreso con el niño para realizar nuevos viajes


jueves, 29 de julio de 2010

CUENTOS SIMPLES

- Cuentáme un cuento qué entienda- advirtió Rodrigo a su Tita.
- ¿Cómo son esos?- preguntó la anciana intrigada.
- Uno dónde los buenos sean buenos y los malos sean malos.
-¿Y eso cómo lo sabes? - cuestionó Tita al niño.
- los buenos usan sombrero blanco-aseguró Rodriguito.
- ¿ Y los malos?- inquirió Tita.
- Pues negro- dijo el niño- cuéntame un cuento- insistió el infante.
- dejáme acordar- la anciana pareció por un momento regresar a su infancia.
- Sí uno dónde las princesas sólo sean princesas- siguió diciendo el niño.
- Y los príncipes salven a las princesas- agregó Tita- dónde el polvo de hada se meta en los ojos y nos deje ver la verdad.

- ¿La verdad?- miró Rodrigo a Tita abriendo sus ojos grandes, grandes, cómo sí las palabras de la anciana le abrieran nuevos mundos, por un momento su cerebro comenzó a hacer ruidos extraños, la pequeña ardilla se despertó y comenzó a trabajar.
- Sí - afirmó Tita muy segura de sí misma.

- Yo sé la verdad-presumió el niño.
- ¿Y cuál esa?.
- Pues, mira, dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis...
- Esa es una canción.

- Sí pero es verdad- señaló convencido el niño, la anciana río, no podía refutar.
- Pero cuéntame un cuento-exigió el niño.

- Bien te contaré muchos cuentos...